martes, 21 de febrero de 2012

Le Juraste Amor Eterno

Le juraste amor eterno
a esa mujer de tus sueño
que mas tarde fue mi madre.
Te casaste por la iglesia
como todo buen cristiano,
confesante y comulgaste.

Y te encomendaste al cielo
antes de darle el si quiero,
poniedo a Dios por testigo,
después firmaste en el libro,
que no es lo mismo decirlo
que firmar lo que decimos.

Pero en la vida llegado el momento
tanto cariño se trasformo en odio,
te salió el macho que llevabas dentro,
rompiendo el sueño de aquel matrimonio.

La mujer a la cocina,
ese siempre fue tu lema,
confundiendo lo que es hembra
por compañera, por compañera.
Y jamás me comprendiste,
porque nunca consentiste
que sin pasar por la iglesia
una mujer me quisiera.
Yo no quiero arrejuntaos,
irse con vuestro pecao,
me dijiste a tu manera.

Y a la vuelta de los años
aquí estamos a duras penas,
tú tan recto y religioso después de cumplir condena,
y yo con mi compañera que sin pasar por la Iglesia.
A mi vera sigue viva
mientras mi madre está bajo tierra,
bajo la tierra.

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