Con tan sólo seis primaveras
ya sabe lo que es jugar a ladrón y policía.
Ya sabe lo que en esta vida
va a tener que luchar.
Con una maleta salía
y auque no lo comprendía
la esperaba mucha gente en el portal
gritando que haya justicia.
Luces de fotos y micros
ansiosos de morbo
llenaban su estampa
y ella llorando abrazá a su peluche
decía a su padre por qué nos echan de casa.
Como si fueran terroristas,
hombres armaos la amenazaban.
Arrastrando gente indigná
la golpeaban sin piedad.
Mientras tanto banqueros rateros te engañan,
mientras los jueces sin conciencia
ejecutan la sentencia
porque así es la ley de España.
Empresarios carroñeros
que sangraron al obrero
igual que las alimañas
y ahora viven de la renta
y de los cuentos
de los que hacen el cemento,
maldita sea,
maldita sea sus entrañas,
sean sus entrañas.
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